jueves, 19 de febrero de 2009

Convertir las fantasías en realidad


Masturbarse es una buena herramienta para aprender, además de pasárselo bien. Probablemente ya sabes cómo darle ritmo a esa historia, volver atrás o repetir unas partes de ella una y otra vez y acelerarlo a la parte orgásmica justo en el momento.

Si intentas que tu sesión se parezca exactamente en cada detalle a tu fantasía, estás poniendo un "guión" demasiado justo, demasiado estricto: tu top encontrará prácticamente imposible jugar contigo, y es muy probable que te encuentres con interrupciones y decepciones al empeñarse la realidad en no adaptarse a tu fantasía.

Los S/M estamos siempre maquinando. Da igual lo imposible que parezca una fantasía de quizás extrema violencia, o volar, o ciencia-ficción: la cosa siempre es saber cómo hacerlo posible de manera segura, consensuada y de manera que sea realizable.
En cualquier momento puedes decidir qué parte realizas, qué parte no, y después podrás lamentarte de lo que no sucedió o disfrutar recordando lo que sí sucedió.

Por favor, recuerda: Siempre hay otra vez. Todo lo que vale la pena hacerse realidad, vale la pena también para esperar por la oportunidad para hacerlo bien. Y si REALMENTE vale la pena hacerlo, entonces vale la pena practicar y hacerlo una y otra vez hasta que te sale perfecto.

Fuente: Extractos traducidos de "The New Bottoming Book". Pags. 43 y 44. © 2001 Dossie Easton y Janet W. Hardy, "The New Bottoming Book". Greenery Press. NO está traducido todo el texto, sino algunas partes. Para tener toda la información recomendamos, si se sabe inglés, adquirir el libro vía internet

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