viernes, 13 de febrero de 2009

Cuando la literatura habla de D/s (2ª parte)

LA LECCIÓN MAS SIMPLE

Llamamos vínculos o lazos a las cosas que nos ligan con el otro, independientemente del rol de cada uno. Amistad, afinidad, piel, química, afecto, complicidad... pudiendo evolucionar en atracción y sentimientos más profundos. El zorro dice : "Domestícame..." Quizás es el pedido mudo del sumiso buscando quien lo posea; pero no es a cualquiera, sino a quien logre bajar sus defensas y seducir su alma y su mente, logrando así la entrega. No todos somos para todos... la afinidad se percibe. Los lazos se crean y se fortalecen. Es una atadura que nos une sin que nos sintamos limitados, es como una mano que se extiende para que la aferremos, diciendo "Ven conmigo" o "Guíame". Alguien habrá a quien destaquemos entre miles. Y al oír sus pasos, nos despojaremos de nuestros temores y acudiremos.

"Si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro..." esto es algo muy cierto, indistinto de qué lado de la sumisión estemos tenemos necesidad del otro, de nuestra otra mitad... es quizás con ese alguien, con quien sacamos nuestra esencia, quien nos inspira a que nuestro ser sea pleno y muestre sus virtudes, que saque lo mejor de nosotros mismos; el sumiso su entrega, ganas de aprender y dejar ser moldeado, adiestrado, pulido como una piedra preciosa; el Dominante pondrá su conocimiento, su fuerza y su sensibilidad para saber tallar, percibir, cuidar y nutrir al sumiso. No como un tirano despótico sino como un maestro, amigo, amante y protector dispuesto a cuidar lo que se le ha dado...

Otro factor es la paciencia. Quien ansiosamente busca forzar o apresurar la relación, quemando etapas, logra el efecto contrario la mayoría de las veces. ¿Te entregarías a quien se muestra desesperado? Lo dudo. Tampoco como Dominante te sentirías inspirado a prestar atención a quien pide insistentemente y sin entender razones. Para posibilitar el vínculo deben reinar la sutileza, el conocimiento y el trato paulatino. El lenguaje puede dar lugar a malos entendidos y ahí es donde la paciencia es fundamental.

Es este un extenso prado donde muchos Zorros buscan su Principito, sin importar el género de cada mascota o poseedor. Ya aparecerá quien te inspire a no temer más y te enseñe a atesorar las cosas a las que no dabas valor.

FUENTE: Escrito por MaestroMordeKai

1 comentario:

Sayuri dijo...

No podría haberlo explicado mejor, ni estar más de acuerdo.
Es algo que me enseñó mi Maestro, mi Guía, esa persona que un día me hizo sentir algo distinto, algo que ni siquiera sabía que existía en mí.
No todos somos para todos, es una gran verdad, yo jamás podría sentirme sumisa sin más. Hay lazos que nacen, que surgen y que son difíciles de explicar.
“es quizás con ese alguien, con quien sacamos nuestra esencia, quien nos inspira a que nuestro ser sea pleno y muestre sus virtudes, que saque lo mejor de nosotros mismos”
Sé lo que es sentir eso, y desde luego no podría ser con otra persona.
Cada uno de nosotros, Zorros o Principitos, encontramos o somos encontrados. Me gusta pensar que es el destino o una conexión extraña, por irracional, que nos une de una manera distinta.
Diría tantas cosas… la verdad es que sería casi como un copiar y pegar de lo que expresas.
De lo que ese libro dice a gritos y pocos escuchan… porque “lo esencial es invisible a los ojos”

Un beso